sexta-feira, 27 de abril de 2007

Relato de Beatrice Velarde


Al ritmo de la fortuna

Tiempo de moverse. He pasado las pruebas de prudencia y templanza en Vagator Beach con sobresaliente. En una escala del cero al veinte; quince. Una lástima no cargar libreta de notas, de infantes sólo sirven pa' calcar la firma de los padres. Pero con este calor, a quien le importa la calificación. Que si no me voy, mi vida amenaza con derretirse. Además ando inquieta, medio caprichosa y demasiado susceptible. Son esos días. Marcados por dos fechas calendarios. ¿Sólo dos?, me pregunta una amigo. Ay Cachemire, le digo, interpreta mi modestia. Claro que hay sus sorteados, pero por lo menos dos son firmes e inquebrantables.

Confidencia que vuelve rápidamente al baúl de los recuerdos, gracia a la aparición de un anuncio que, de manera estelar, se le sobrepone. En el, las letras dicen clara y seductoramente Moto Rent. Caigo literalmente rendida ante tal ocurrencia. Es más, me sorprende ser a veces más fácil que la tabla del uno. Y es que para que hacerme la estrecha, la fragancia de la autonomía me tira.

-Mr. How much the moto.

-150 ruppies.

-Hummm, I can back... No, I go now.

¿Cómo era la cuestión? Rang, raaaang. Perfecto, este es el acelerador. Este debe ser el embrague. OK., tu misma eres.

-¿Destino?. Digo no, ¿sabes a donde vas?.

-#@&%$. Garabatos varios... Mente querida, cariño, mejor no intervengas ...


(click para ver relato completo)

Foto: En el mercado de Puno
Cortesía de Beatrice Velarde (www.beatricevelarde.com)

Nenhum comentário: